Cervantes imitador e inventor

Los prólogos cervantinos son piezas literarias valiosísimas. Son pocos y breves, pero están henchidos de información sobre el autor y su obra. El prólogo de las Novelas Ejemplares, por ejemplo, nos informa de la triple actitud de Cervantes ante la creación literaria:
a) imitación
b) innovación
c) superación



Cervantes se autodefine "autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha" y el "que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino". Deja claro, sin ambages, que ha imitado al poeta italiano.


Más adelante, al hablar de las Novelas Ejemplares, Cervantes afirma: "me doy a entender, y es así, que yo soy el primero que he novelado en lengua castellana, que las muchas novelas que en ella andan impresas todas son traducidas de lenguas estranjeras, y éstas son mías propias, no imitadas ni hurtadas: mi ingenio las engendró, y las parió mi pluma, y van creciendo en los brazos de la estampa". Cervantes innovador, pionero, creador en su literatura de un género hasta entonces importado.


Sigue:  "Tras ellas, si la vida no me deja, te ofrezco los Trabajos de Persiles, libro que se atreve a competir con Heliodoro, si ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza; y primero verás, y con brevedad dilatadas, las hazañas de don Quijote y donaires de Sancho Panza, y luego las Semanas del jardín". El alcalaíno no se limita a imitar: trata de superar.

Imitar un modelo, superar un modelo, ser el primero: tres modos de abordar la creación literaria.

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