historia de lectores que leen bien o mal y de autores que escriben bien o mal, o que dejan de escribir

La obra maestra de Cervantes es en gran parte la historia de lectores que leen bien o mal y de autores que escriben bien o mal, o que dejan de escribir. Las lecturas de don Quijote le volvieron loco, y se lamenta a la hora de morir de que no le haya quedado tiempo para leer libros de otra índole. Todos los personajes principales de la Segunda Parte son lectores de la primera; casi todos los de las dos Partes son o han sido lectores de los libros de caballerías y de otros géneros de ficción. Tanto don Quijote como el canónigo han aspirado a ser escritores y Ginés de Pasamonte se nos aparece entre dos partes del libro de su vida que él mismo está escribiendo. El "humanista", guía a la cueva de Montesinos, es un autor profesional. Hay en el texto discusiones explícitas y extensas no sólo de la ficción en prosa, sino de la comedia, la épica y la lírica. Libros y manuscritos son comprados y vendidos, representados, anotados, criticados, impresos, hojeados, leídos en voz alta, quemados, enterrados y hasta pateados por los diablos en el infierno.

John J. Allen y Patricia S. Finch, Don Quijote en el arte y pensamiento de occidente, Cátedra, Madrid, 2004, pp. 18-19.

 

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