Las obras de arte son de una soledad infinita y nada las alcanza menos que la crítica

Rainer Maria Rilke: Cartas a un joven poeta, Los pequeños libros de la sabiduría, Barcelona, 2009:

17: No hay nada menos apropiado para una obra de arte que las palabras críticas: siempre resultan en malentendidos más o menos afortunados. Las cosas no son todas tan tangibles y expresables como se nos quiere hacer creer; la mayoría de los acontecimientos son indecibles y suceden dentro de un espacio donde nunca ha penetrado ni una palabra, y los más inexpresables de todos son las obras de arte, existencias misteriosas cuya vida perdura al lado de la nuestra, que se extingue.


22, 23: Una obra de arte es buena cuando surgió de la necesidad.

27: en el fondo, y precisamente en las cosas más profundas y más importantes, nos encontramos indeciblemente solos.

34: Las obras de arte son de una soledad infinita y nada las alcanza menos que la crítica. Únicamente el amor es capaz de captarlas y retenerlas y ser justo hacia ellas.


Tomado de Cartas a un joven poeta, Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1997, pp. 79 - 87.
Si se han debido modificar ya tantos conceptos de movimiento también se reconocerá poco a poco que lo que llamamos destino sale de los hombres, no entra en ellos desde fuera. Sólo porque muchos no absorbieron sus destinos, mientras éstos vivían en ellos, y no los transformaron en sí mismos, fue por lo que no reconocieron lo que salía de ellos mismos: les era eso tan extraño que, en su confuso espanto, creyeron que precisamente entonces debía haber entrado en ellos, pues juraban no haber encon­trado antes en sí nada semejante. Igual que durante mucho tiempo se estuvo en el error sobre el movimiento del sol, así ahora se yerra todavía sobre el movimiento de lo venidero. El porvenir está fijo, querido señor Kappus, pero nosotros nos movemos en el espacio infinito.

 Cartas a un joven poeta [Cartas. Texto completo.] Ciudad Seva

También el arte es sólo un modo de vivir. Aun viviendo de cualquier manera, puede uno prepararse para el arte, sin saberlo. En cualquier realidad se está más cerca de él que en las carreras irreales, artísticas a medias, que, aparentando cierto allegamiento al arte, en la práctica niegan y socavan la existencia de todo arte. Como lo hacen, por ejemplo, el periodismo en su totalidad, casi toda la crítica profesional, y las tres cuartas partes de lo que se llama y quiere llamarse literatura.
En pocas palabras: me alegro de que usted se haya salvado del peligro que representa el caer en todo ello14 y ahora viva, en un lugar cualquiera, solitario y valiente en medio de una ruda realidad. ¡Ojalá pueda el año que está por llegar, mantener y afirmarlo en ella!

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